
En el hotel Se calmaron después de unos minutos de pasión y frenesí. Aún sudorosos Ana y Gabriel entrelazaron sus piernas y brazos y descansaron pensativos. Ana rompió el silencio. -A veces no puedo evitar darle vueltas a lo nuestro, no porque me sienta mal, porque en verdad me encanta estar a tu lado, disfrutar […]
Doble vara